Elegir y asumir sus
consecuencias con responsabilidad y goce; reservarnos ese derecho, nos ha
legado nuestra particular forma de nombrarnos, la cual no solo alude a la
libertad como condición humana, sino también a cierta sensación de indefensión
generada por lo desconocido.
Agruparnos
bajo ese nombre significa tomar la palabra –el cuerpo para ser más exactos- y
compartir esa personal e íntima manera de observar y entender las cosas; Agente
Libre es nuestro pretexto para celebrar que estamos vivos. Asumir que a través
de la pasión, el arte y los placeres, la vida toma trascendencia y a pesar de
la adversidad, merece ser vivida.
Veneración de los
sentidos. Una fiesta por la suma de pequeños logros, tejidos también desde el
dolor. Conjunción del movimiento y la experiencia acumulada en la memoria;
sinestesia de la herencia con resultado novedoso.
Es nuestra danza
convertida en parábola del espíritu humano; con sus virtudes y miserias, y
también la necesidad de romper los muros de la experiencia sensible y
convertirla en belleza e imaginación. Entendida así, la danza es nuestra vida y
la vida es la única maravilla posible.
La conjunción de múltiples tendencias de la
danza, así como también el diálogo con otras disciplinas artísticas y la
interpretación de nuestra herencia cultural a través los códigos cotidianos de
nuestra realidad, orientan la línea de trabajo y creación de nuestra
agrupación.
Oswaldo Marchionda
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